UN RECUERDO QUE EL TIEMPO HIZO BORRAR DE NUESTRAS MENTES
...Yo les pido a los reyes que me conviertan en un pescadito llamado guelde
Los gueldes son pescaditos que no saben donde se meten
Al principio cuando los miras parecen querer esconderse
Van en manadas enormes a ver que les acontece
Pobrecito de aquel que descuida de donde proviene
Van reculando sin más, verte y no verte
Su color es azul oscuro como el universo omnipotente
Una parte de ellos platea y la otra se oscurece
Una vez mientras buceaba vi a uno de ellos muy valiente
Parecía estar tranquilo pero a la vez combatiente
Lo observé un solo segundo a ver si tenía dientes
Cuando de repente mis ojos se quedaron casi inertes
Los demás lo cubrían, sin motivo aparente
No escuché burbujas ni ningún símbolo concluyente
Pero si observé como rápidamente los demás salieron a defenderle
Cuando un pescadito más grande quiso hincarle el diente
No vaciló ni un ápice ni siquiera uno de sus diez milímetros, escasamente
Parecía más grande que el dios que en la escuela quisieron venderme
Una cosa tan pequeña que logró convencerme
Bastándose el solito; como si fuera el más fuerte
Aún, por si acaso, sus miles de amigos alrededor de él convergen
Que van recorriendo mil leguas sin motivo aparente
Nunca sabré el motivo pero me alegró verle
No me importaría convertirme en un pescadito llamado guelde
El que quiere a sus amigos
Y sus amigos quieren quererle
Aquel que echa palante
Y mira la vida de frente
Esto va por tí pequeño pero gran pescadito guelde
Aquel que te saque del mar leer este poema, por lo menos, se merece
Un alegato del que, yo, quiero que seas consciente
Que el ser humano empezó, como una célula más, en un paraíso terrestre
Todavía más chico que tú, aunque, por desgracia...
...ya no lo recuerde¡¡¡
1 comentario:
¡qué bonito! jo, y yo pidiéndoles cosas materiales... en fin, se feliz mi amor.
:-)
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